lunes, 16 de diciembre de 2013

CLXXIV Vilarana del Peloponés.




Todas las bodegas de Vilarana del Peloponés explotaron, la ciudad se inundó de vino, algunos de sus habitantes murieron ahogados, los que sobrevivieron decidieron empezar a beber todo ese vino de las calles para recuperar sus casas, para recuperar sus vidas. Al cabo de unos meses las calles del pueblo volvieron a recuperar su aspecto pero sus habitantes jamás volvieron a ser los mismos.

Unos años después del desastre me ha tocado venir a trabajar a Vilarana, si bien, no se aprecian daños evidentes en las infraestructuras del pueblo, al relacionarte con sus gentes te das cuenta de la suerte que tuve de no estar aquí el día de la catástrofe…
Bueno, os dejo, que mis niños tienen natación y están a punto de meterse en la piscina…mmm… Por cierto, ese color del agua es algo rojizo…